Esta primavera
no me altera,
mi sangre se paralizó
hace varios sueños
y noventa y nueve pesadillas...
Cuando lleguen las flores
las primeras
de veras que subiré corriendo
hasta tu vida
le robaré el color
a las mejillas del espejo
contaré las mentiras que colgué
en el perchero del dolor
y los volantes, pesares amarillos acolchados
y las puntillas, palabras almidonadas
quedarán en el mantel
donde podremos preparar
un poema repleto de locuras.
Ya lo tienes, Bego: este es un poemas repleto de hermosas locuras.
ResponderEliminarY la foto, también.
Hermoso al completo :)
ResponderEliminarUn gran abrazo pequeña :P me encanta la foto de la cabecera
http://steppenwolf-vientosdelpueblo.blogspot.com/
ResponderEliminarTe he publicado en Vientos del pueblo porque me gusta mucho este poema Bego, te dejo el enlace por si no conoces el blog.
Un abrazo
leí tu poema y pensé, a mí tampoco me altera esta primavera. Esta mañana, como por magia, empezó al alterarme, y pensé en tu poema otra vez. Qué bonita la poesía cuando se pega a lavida. Feliz semana, y un abrazo.
ResponderEliminarJosé, bueno si tú lo dices...
ResponderEliminarUn besito guapo.
Paz, no lo conocía, muy agradecida.
Te achucho.
Mis largos pies,
qué bonito lo que dices, tus palabras me dan alas.
Te abrazo.