Una mujer busca
una mujer no alcanza.
Ha perdido la voz
ha perdido la casa
la flor, la fuente, la hoguera...
Ha llorado por mundos
nutridos de oradores
predicadores huecos
henchidos de avaricia.
Una mujer sola busca
una mujer no contamina.
Ha perdido la guerra
ha perdido la melodía
ha construído fantasías
que se caen
detrás
encima
al lado...
En la orilla de su realidad.
No sabe de amor
no sabe de placer
no sabe de gozos al oído
de susurros vespertinos
de improvisadas caricias...
Una mujer busca,
sola.
Una única dirección.
Es un poema de lenguaje desnudo,
ResponderEliminarmu bueno tal y como está.
Un beso.
puede que hayas perdido la casa, la flor, la fuente, la hoguera, la guerra (que siempre se pierde, la melodía... pero nunca, nunca la voz.
ResponderEliminarTu voz sigue viva, eso está claro.
besazo
Directo, un puño en el rostro. Me gusta.
ResponderEliminarMe llenas Begoña, no pierdas la voz, yo se de mujeres solas, que han perdido la casa, la guerra, yo soy una mujer sola, que busca una unica direccion.
ResponderEliminarHoy he recuperado la melodia, aunque sigo sin casa, y la guerra sigue perdida, pero habra mas batallas, otros susurros verspertinos.
Ub abrazo de colores.
Alfaro, de acuerdo, la desnudez del lenguaje viste las palabras.
ResponderEliminarPepe, cuesta mucho a veces mantenerse hay muchas amenazas y la voz a veces se tambalea.
Voltios, hay que pelearse mucho con uno mismo, para aceptar los puños de los otros.
Calipso, si has recuperado la melodía, seguro que lo demás viene solo.
Para todos, Achuchones y unas gracias enormes por acercaros a mi casita entre nubes rosa.
Perder la voz, lo último, ya lo dijo el poeta: nos queda la palabra. Buscar, siempre. Encontrar, nunca.
ResponderEliminarBesos.
Entonces querido Jose Luis, no son malos tiempos para la lírica???
ResponderEliminarBesazo.
ahí está la esencia, perder, fracasar, seguir buscando, seguir un día más para escribir cosas como estas.
ResponderEliminarEn la orilla de la realidad...
ResponderEliminarQué buena brisa
"DAD AL AIRE MI VOZ"
llega hasta los que te leemos...
En la orilla de la realidad,
y en el medio,
y al principio,
y por encima de la realidad...
!nosotros!
Un beso, amiga Begoña. Precioso lo que dices
y como nos lo dices.
Justi.