CUÉNTAME, DE CUANDO ERAS PEQUEÑA...

Para Adriana, mi hija, que cada día me regala la niña que fui.


...Y entonces llegaba el buen tiempo
del casi verano, como hoy.
Los días de parques, de bicicletas, de combas, de pelotas saltarinas...
Días de sombras con helado de fresa
a la orilla del Duero...
Días de grillos y ranas,
como hoy.
Días de largos paseos nocturnos
de refrescos/tormenta,
lluvias torrenciales en diez minutos
corriendo por Santa Clara.
Días de películas refugio
en el cine Barrueco
para contarnos...
Del que nos gustaba.
Días de juegos de niñas
de caras empolvadas en cromos
y flores con olor a naftalina.
Días de besos, de versos;
tímidos apuntes en el papel
del chicle más duradero del mundo.
...Y los días de verano,
de las vacaciones.
Días plácidos, consentidos, perezosos...
Apretando el paso camino de la piscina
sofocados y felices,
donde exhibíamos nuestros progresos
entre ahogadillas tirándonos en bomba
y salpicando al indeciso,
como haces tú.
Subversivos días sin colegio,
con postillas, orgullosas heridas de guerra
recuerdo de batallas por el descampado...
Días de madres con escotes,
de padres en pantalón corto
con sandalias de penitente.
Mejor sin calcetines ¡por favor!
Días cálidos, remolones.
Días de siestas interminables
sin sueño y con cuento,
como hoy.

8 comentarios:

  1. Buen poema, Begoña. De una nostalgia de estas que no daña, de esa nostalgia suave, de recuerdos que hacen sonreir.

    Besos y abrazos.

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  2. Seguro Javier, que no recuerdas esos chicles de peseta, pero te aseguro que ninguno me ha vuelto a saber igual...

    Gracias,eres un encanto, fiel y compañero.

    Abrazote grandote.

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  3. Divino Begoña, precioso poema que te robo y cuelgo en tu nombre en mi blog, lo siento tan mio y de mis hijas que es imprescindible esté pegado a mi espacio, además mis letras no son tan lindas y emotivas como las tuyas, pero los sentimientos son los mismos, aunque con escenarios diferentes. Un besote enorme para ti y tu enana. Eva

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  4. Eva, muchas gracias, me parecía que te iba a tocar la fibra, y no me equivoqué.
    Besos y achuchones también para tus nenas.

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  5. En efecto, distintas realidades, parecidos anhelos. Y que conste, amiga, que hoy he seguido tu consejo y me he atiborrado de crepúsculo. Bonito el sol resbalándome por todo el cuerpo. Pero no me ha calmado del todo, lo seguiré intentando.

    Uno de estos días tendré que colgar los poemas de la infancia de mis hijos (aunque el blog pretende el día día, sin engaños). Tampoco son alegres, ay.

    Pero me alegro con las alegrías, sean mías o ajenas (que nunca son ajenas); no quisiera que tuvieras de mí una falsa impresión: espero demostrárelo algún día en vivo y en directo..

    Muchos besos muy.

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  6. ¡Joder que bonito! Hoy, gracias a ti, he desayunado infancia y veranos pasados.
    Una preciosidad.
    besos
    pd yo si que recuerdo los chicles de peseta y su sabor.

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  7. Gracias, Jose Luis y sigue así, que lo que nos das está bien. Y lo de la demostración en vivo y en directo, cuando quieras.

    Un fuerte abrazo.


    Pepe, querido, que fácil es a veces saborear los recuerdos. Mi hija me pone los pies en la tierra cada día y a la vez en el pasado, en mi niñez... Gracias por pasarte

    Besazos, tenía que ser cheiw...

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  8. Tenemos nostalgia de nuestra infancia? ó es que nuestros hijos nos transportan a esos días?, yo creo que son ambas. Eran días dulces, de diversión, aprendizaje y sorpresa continua descubriendo. Marcan las situaciones, los lugares, los olores y las personas, aunque siempre ocurre, pero el principio de nuestra vida siempre se recuerda como el primer amor. Besos.

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