El pan estaba duro
la mesa sin poner
las cortinas espesas
el aire descompuesto
el amor cortante y frío
Próspero el viento endiablado.
Si se mete el invierno
no me pidas besos
te daré alquitrán
no me pidas lágrimas
te daré islas de sal.
Si se mete el hambre
no me pidas caricias
te daré hiel.
No compro consejos porque dan pena y amargan la boca...
El pan duro
el pensamiento rancio
el vino agrio
la luz mortecina, agónica...
¡Baja la persiana! por favor,
que no vean mis ruinas.
¡Disimula!...
Tengo más que miedo, pavor.
Tengo más que angustia, zozobra...
El día estaba lento
el polvo estaba líquido
la palabra gaseosa
el espíritu enfermo
mohoso el razonamiento
la conciencia cenicienta.
Tengo vergüenza.
No abras la puerta
entrará la vida
y verán mis ruinas.
Gran poema, Begoña, deja tras de sí un puñado de frases para el recuerdo. Yo me quedo con esta
ResponderEliminar"Si se mete el invierno
no me pidas besos
te daré alquitrán"
Besos y abrazos enormes.
Javier es dura la realidad...
ResponderEliminarGracias, Besazos.
Me gusta mucho
ResponderEliminarMucha razón Begoña, dura durisima la realidad y mas cuando nos obstinamos en empoñozarla, por si no hubiera bastante veneno en el camino. Besos tesoro, Eva
ResponderEliminarMuchas gracias a todos por venir y dejar vuestras palabras, me dan muchas ganas de seguir en la lucha...
ResponderEliminarBesísimos.