Ponte guapa
la luz devora,
el corazón sangra los sueños de antesdeayer,
suspiran amapolas sangre azul,
la roja escalinata no conduce al infierno.
Te miente el paisaje
y el paisanaje.
Duele dentro,
duelo en el portal de al lado.
Perdona si te piso...
Derramaré el hechizo sobre las cortinas.
Despierta, espabila, salta...
Y nunca llores.
Y si hay que llorar se llora, que coño.
ResponderEliminarme gusta, me gusta , me gusta.
un besazo.
Pepe, que bien que te guste...
ResponderEliminary si, hay que llorar, pero, que no te rindas.
Gran beso.
"No me pisesque llevo chanclas", cantaban ellos.
ResponderEliminarNo contesté a ningún comentario por falta de tiempo, prefiero rcoger mi tiempo para leeros.
Un abrazo.
Buen poema, Begoña. Con las guindas que pones y a mí tanto me gustan.
ResponderEliminarComo bien dice Pepe, hay que llorar, es una necesidad como tantas otras, pero nada de rendirse claro que no.
Me encanta ver las palabras de pepe y las tuyas en mi blog. Me encanta leeros a ambos.
Besos.
Alfaro, la verdad es que esto lleva su tiempo...
ResponderEliminarMuchas gracias por venir, besotes.
Javier, chico grande, eres un encanto, algún día tendremos que hacer un pastel/poema juntos...
ResponderEliminarLlego tarde, he estado con mucho lío, y me encuentro que estás en Generación bloguer, enorabuena, qué maravilla, un día que me lo pierdo y eligen el poema, cuando lo he leído me he emocionado un montón y he pensado, qué tía, te lo mereces.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,Z.
Z, como siempre tan generoso, atento y fiel.
ResponderEliminarEstoy contenta, que me tengan en cuenta, es un honor y una satisfacción.
Un millón de besos y gracias.