ME ENCANTA LA SEMANA SANTA, ME EMOCIONA EL ARTE EN LAS CALLES, ES LA OCASIÓN PERFECTA PARA QUE TODOS SIN DIFERENCIAS DISFRUTEMOS

De las cosa más ricas, las almendras garrapiñadas.
Tantos cofrades impresionan.
Dos y pingada, comida típica del Domingo de Resurrección.


PESADILLA EN SEMANA SANTA


Me cuesta regresar
una neblina caprichosa, me aplasta.
Una nube macilenta, rara...
Había una muñeca de trapo
enredada entre mis piernas
un peluche que me miraba mal
y un tren eléctrico,
que me decía:
-Ahí te quedas...
Todos a coro se burlaban de mi, envueltos
en capas, caperuzas y palmatorias oxidadas.
cantaban el Talber con orgullo y devoción.

Estoy empapada
estoy muerta
estoy apretada contra mi.
Estoy enferma de sabores,
de olores del ayer.
De melodías con garrapiñadas
de las procesiones desde el taller de papá
del dos y pingada en el bar de Pepe,
de mis trenzas
de mis calcetines blancos,
mi lazo azul.
Me duele la garganta
y la memoria.
Me rindo.

Me duelen los años sin mi...
Y mi pie izquierdo
y mi mano derechaAlineación al centro
y mi vida del revés.

3 comentarios:

  1. Qué zamorana eres, me ha gustado mucho el poema, me he visto un poco en el, un beso.Z.

    ResponderEliminar
  2. ni devoción ni fé
    pero me ha emocionado la honestidad
    y el recuerdo de algo que nunca tuve

    ResponderEliminar
  3. Vuk, yo soy esa niña, pero también soy la mujer descreída, que escribe con la emoción y la razón, gracias por dedicarme tus palabras.

    ResponderEliminar

Regálame tus palabras...