De "poemas insomnes para curar a un murciélago herido"

Noche amarga tras la cortina
no mires las sordas avenidas
contaminan ausencias
verdades son puñales.
Torturas adolescentes
balbucean tormentas
sacuden orgasmos vespertinos
se compadecen 
de las desnudas sorpresas que vislumbra la luna.
Nadie se esconde mejor que tú
que posees la sabiduría de la derrota
que manejas los sudores enjaulados del amante

cuando amanezca díselo a todos a todas
que lloré por los hombres podridos
que cantan
que se alaban derrochando órdenes confusas.

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