TENGO GANAS DE HABLARLE A LA DERROTA

 
  A veces,

la derrota instalada en el  dormitorio
mira por la ventana.
Si distingues a alguien que anida en el tejado
no te dejes sorprender por su ausencia.

Tengo ganas de hablarle a la derrota
sincerarme con las mutiladas palabras del desconcierto
peinar simples caricias añoradas
relatar textos de harapos
almohadones serviles que ahogen la noche...

Embriagarte de pudendas oraciones
Contravenir las normas sepultadas.

No me despiertes al alba
todavía no,
hoy registro templadas cañerías
contaminadas personas que me pueblan
seres que responden preguntas del arraigo.

La campana, salvará lo que queda
en el hueco donde el pensamiento sangra.

1 comentario:

Regálame tus palabras...