FUTURO PRESENTE, UN HOY SIN AHORA

La palabra
abofeteaba sin descanso
la piel deslucida
transportaba dosis de resistencia caduca
los nombres apostados en un silencio a cuchillo
lamían desorden, turbación...
El rigor de la constancia
musitaba templada la oración infantil
dejaba mustio el recreo
ramplón el aprendio catecismo.

Nada ni nadie mira ahora
la razón se la llevan de camino a la venganza
fusilada en amarillos resortes de piel y lamentos.

No pienses más
no castigues más
a los desmenbrados pensamientos que sangran
que todavía frescos,
atraviesan tímidos
la estampa aviesa de la desgracia.

Un individuo colindante
sacude lágrimas postizas.

Un cuidadano todavía avisa
que cree tener algo de interés...

Si te acercas
te garantiza respuesta imnediata.

El futuro del mundo
está sujeto al imperdible que sostiene
su fatua respiración.

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