PREGUNTANDO A LAS MARGARITAS...

No perder la ilusión
no perder la alegría
no perder la paciencia
no perder el humor
no perder el sentido común
no perder las ganas de gritar
no perder las ganas de arrancar sonrisas
no perder el tiempo
preguntando a las margaritas
si alguien la quería...

el día de la primera
de la comunión con él
supo que su camino estaba pintado
en el suelo de la iglesia

primero esposa
luego madre
luego...

afortunadamente,
viuda.

4 comentarios:

  1. Muy duro, y muy bueno, me ha erizado la piel al leerlo.

    Un abrazo Bego! Cuidate

    ResponderEliminar
  2. durísimo, pero no pierdas nada bego, guapa.

    ResponderEliminar
  3. Qué bueno, sobre todo ese contrapunto final que no se espera,
    abrazo.

    ResponderEliminar
  4. cierto, no se espera el final, duro durísimo, pero real, tan real como la vida misma

    un abrazo

    ResponderEliminar

Regálame tus palabras...