CUÉNTAME DE CUANDO ERAS PEQUEÑA...

Y entonces,
llegaba el buen tiempo
del casi verano, como hoy
los días de parques
de bicicletas
de combas
de pelotas saltarinas...
Días de sombras
con helado de mandarina y menta
a la orilla del Duero...
Días de grillos y ranas, como hoy
días de largos paseos nocturnos
de refrescos/tormenta
lluvias torrenciales en diez minutos
corriendo Santa Clara.

Días de películas refugio
en el cine Barrueco
para contarnos...
Del que nos gustaba.
Días de juegos de niñas
de caras empolvadas en cromos
y flores con olor a naftalina.
Días de besos, de versos,
tímidos apuntes
en el papel del chicle
más duradero del mundo...

Y los días de verano, de las vacaciones
días plácidos, consentidos, perezosos
apretando el paso camino de la piscina
sofocados y felices
donde exhibíamos nuestros progresos
entre ahogadillas tirándonos en bomba
y salpicando al indeciso,como haces tú.
Subversivos días sin colegio
con postillas
orgullosas heridas de guerra
recuerdo de batallas por el descampado...
Días de madres con escotes
de padres en pantalón corto
con sandalias de penitente
mejor sin calcetines ¡por favor!
Días cálidos, remolones
días de siestas interminables
sin sueño y con cuento,
como hoy.

Por supuesto, le dedico este poema a mi Adriana, mi niña, la responsable de que lo escribiera. Y la que con orgullo en estos días lo publica en su blog, porque también tiene blog, pero lo siento, de momento sólo sus papis pueden leerlo.
Gracias amor.

6 comentarios:

  1. Qué bueno,la visión poética del verano, los localismos: el cine Barrueco, santa Clara, el río Duero..., las cosas específicas del verano: los helados, las bicicletas...
    Abrazos.

    ResponderEliminar
  2. Qué quieres que te diga, me transportó y se me llenó el alma de esos días, ay.

    beso.

    ResponderEliminar
  3. Cómo me gustan estos versos, Bego. Será que el verano me pone melancólico (soy así de raro, ya sabes).
    Achuchón.

    ResponderEliminar
  4. Alfaro,
    no suelo escribir localismos, pero en este caso era inevitable.
    Besito.

    Paloma, gracias qué bien lo que me dices, me emocionas.
    Besito.

    Jose, ay mi Zuñi, gracias por tus palabras, te extrañe, y no eres nada raro, o sí, bueno como yo.
    Te abrazo achuchadamente

    ResponderEliminar
  5. Bego, emociona volver a la infancia y contarla como es tu caso, a tu niña,

    Me has dejado el corazón blandito.

    Un abrazo preciosa

    ResponderEliminar
  6. Evocar el pasado, la infancia, la adolescencia, que dejan una huella muy honda, es siempre emocionante.
    Me gustó este poema.
    Una sonrisa.

    ResponderEliminar

Regálame tus palabras...