PRESENTACÍÓN DEL CUENTO QUE HEMOS ESCRITO E ILUSTRADO MI NIÑA Y YO.

Celebramos el Día Internaciónal del Libro Infantil y la biblioteca pública de Zamora ha organizado un evento para esta tarde a las seis. Nos pidieron colaboración y por supuesto aceptamos encantadas. Aquí tenéis el resultado, en primicia...



EN CADA RINCÓN, CRECE UN CUENTO.
Autoras:  Adriana Rodríguez y Begoña Leonardo

      Deambulaba por las calles de una gran ciudad completamente solo y veía una realidad desconocida. Estaba triste y preocupado por lo que me pudiera suceder. Nunca había sentido nada parecido.

      A pesar de que éramos pobres, en mi casa nunca faltó un plato de comida y el cariño y la protección que disfrutaba, me parecían algo natural. Mi padre, un zapatero con gusto por la lírica y ganas de saber, ya de recién nacido me leía y cantaba para que dejara de llorar. Me decía: “Duerme y escucha en silencio”... Mi madre, procuraba que el pequeño cuartito donde vivíamos, fuera el hogar acogedor y limpio que ella no tuvo. Mi afición por el teatro, por descubrir las vidas de otros, y mi imaginación, ayudaban a que sin saberlo, en mí se estuviera fraguando un escritor.

      Desorientado, no tenía ni idea de cómo había llegado hasta allí. Intenté hacerme el valiente. Tenía la esperanza de que mi madre apareciera en cualquier momento...

Al pasar delante de la puerta de aquella casa señorial, no pude dejar de mirar a la niña que postrada, envuelta en harapos, sucia, pero con una belleza conmovedora, hacía ademán de ofrecerme algo con su manita derecha. Unas cerillas húmedas que se pegaban a su piel. Se me llenó el corazón de pena. Le miré a los ojos, le tendí la mano y con la poca energía que le quedaba, la agarró levantándose del suelo. Sin decir una palabra, se puso a caminar a mi lado.
Los pies comenzaban a estar cansados. Delante de nosotros, un parque, nos ofrecía la posibilidad de elegir un banco donde sentarnos. Casualmente nos acomodamos frente al estanque. Desde allí relajados, contemplamos cómo nadaban unos patitos. Uno en especial, grandote y deslucido nos llamó la atención. Los demás le apartaban a empellones y él acobardado, no era capaz de recuperar su puesto. Con un leve gesto, mi pequeña acompañante y yo, supimos que sacarlo de allí era cosa nuestra y con mucho cuidado, me acerqué y lo tomé en brazos.
Los tres seguimos nuestro camino con la alegría de estar juntos. Nos mirábamos y sonreíamos con los ojos, sin necesidad de decir nada.

      De repente, un grupo de personas variopinto nos impedía continuar. Se oían comentarios, risotadas, voces burlonas... Cuando logré asomarme, abriendo un pequeño hueco entre la gente, vi a un pobre hombre desnudo, gritando y llorando desesperado. Me acerqué, le tomé de la mano y con mi chaqueta intenté ocultar, lo que más le humillaba mostrar de su cuerpo. Luego regresamos con el patito y la niña que nos esperaban...
Qué bien me sentía, acompañado. Habiéndome librado por fin de ese sentimiento que me oprimía el pecho. De la soledad.
Supe que nunca más volvería a estar solo, porque en cada rincón, crece un cuento. Personajes sobre los que escribir, historias humanas, cercanas, que a todos los que las lean les harán ser mejores, más felices...

Antes de encontrarme con la Cerillera, con el Patito feo, con el Rey sin su traje nuevo... Yo no era más que un niño perdido.

¡Ah! se me olvidaba, mi nombre es Hans , pero eso seguro, que ya lo habíais adivinado.


7 comentarios:

  1. Una delicia, Bego. ¿Lo leeréis Adriana y tú a dos voces?
    Achuchón

    ResponderEliminar
  2. Jose, que bien que estés ahí, te lo agradezco con lo dispersa que ando... Y es que el cole ha comenzado hoy, por lo que he tenido menos tiempo para mí y para vosotr@s mi fieles camaradas.
    Te cuento: leeré el manifiesto que acabo de publicar en el otro blog y luego con mi niña el cuento, pero sólo la parte donde aparece Hans adulto, el segundo párrafo donde alude a su biografía y el final.

    Dulces achuchones mañaneros.

    ResponderEliminar
  3. Bego, me eriza la piel leeros, es precioso!!

    Me encanta!! un besazo para las dos.

    ResponderEliminar
  4. Esta chulísimo, vaya dos artistazas! :)
    que vaya estupendamente...un abrazo enorme!

    ResponderEliminar
  5. Me ha sorprendido el final, está muy bien, porqque según lo iba leyendo pensé que sería un niño que recordaba las lecturas de los cuentos...por eso me sorprendió el final.
    me ha gustado mucho.
    enhorabuena a Adriana, también para la mamá, además menudo dibujo más chuli.
    Abrazos para las dos.
    mjr

    ResponderEliminar
  6. fue fantástica la presentación estuvisteis geniales las dos un aplauso con todo mi amor.

    ResponderEliminar
  7. está muy bien aunque no puedo evitar no sentir ninguna pena por el Rey desnudo, por cierto uno de mis cuentos favoritos, de los que saco siempre muchas conclusiones.
    felicidades a las dos
    un abrazo de tu amigo
    peter

    ResponderEliminar

Regálame tus palabras...