Cuando quieres plantarle cara
a cualquier historia
sacar el valor suficiente
para fijar en el papel
con la intención
llana
simple
de un final feliz
a mí
al menos
me cuesta mucho creerlo
digo lo del final feliz
siempre queda un poso
el bofetón de la realidad
que el muy astuto
por fuerte que golpee
nunca te deja separar
los pies del suelo
así me pasó
cuando visité
en el hospital
a la hija prematura
de mis primos
la renecuaja
me cabía en la palma de la mano
le echó dos narices
y hoy lo puede contar
el colombianito
de la incubadora de la lado
el que extrañamente
me lanzaba sonrisas puras
porque a esa edad son puras
sin conocerme de nada
duró un suspiro
insuficiencia respiratoria
un suspiro
explícales a unos padres
lo de la felicidad
porque aún siguen
con los pies en el suelo
y esta vez
no fue una bofetada real
sino un aluvión de hostias
lo que les cayó encima.
ohhhhh, no me lo esperaba, muchas gracias begoña, de veras, muchas gracias, es un placer que te fijes en mi poesia, te guste y la saques en tu blog, mil gracias..
ResponderEliminarun arrumaco (de esos que das tu) pero grande.
Pues, sí, que alguien explique alguna vez las hostias esas que da la vida a veces...
ResponderEliminarMe ha gustado.
Un abrazo.
Ángel tiene muy buenos poemas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Espléndido texto el que has seleccionado, Bego.
ResponderEliminarDios mío Bego!!! pero cómo me conoces, acabo de leer este poema de Voltios en su blog y estaba pensando el colgarlo en mi blog, ya lo tenía en borradores y observo que ya lo has subido tú ...jjjaaaa
ResponderEliminarBuscaré otro que también me llegue, pues tiene muchos muy guapos. Besos para ti guapetona, Eva
Besazo Bego, me gusta el poema que has escogido, un aluvion de realidad.
ResponderEliminarAbrazo de viento para Voltios, por este poema cargado de verdad.
Hola chiquita!
ResponderEliminarEste poema de voltios me pone la carne de gallina.
Conozco bien esas hostias
...tuve dos abortos...
y no nacieron chiquitos
se quedaron en el suspiro
el de antes de nacer...
y puedo asegurarte que es igualmente triste.
Y además
me lo sacaron con un parto frío...
Y, no sé, pero,
a veces,
sigo preguntándome
en aquéllos momentos
quién estaba más frío de los dos
si el feto, o yo.
Hoy estoy segura que jamás querré tener un hijo.
Y de que en ese instante siempre estaré sola.
Arrumacos linda.
Un gran placer pasar por aquí.
Aurora
Sólo un favor,
ResponderEliminarevitadme las palabras de consuelo.
O alusiones de cualquier tipo.
UN MILLÓN DE GRACIAS
Muchas gracis, a ti Ángel corazón, lo haces muy bien y por eso apareces en esta casa, tu casa.
ResponderEliminarA los demás gracias por el apoyo a mis gustos, que son buenos, eh? y por darle vuestro cariño a este poeta de la realidad que aunque cruda está delante.
Para Aurora, un piénsatelo,
y Arrumacos hogareños a todos.