Bienvenido a mi amor...
Deja la cabeza ahí al lado
hay un cuerpo helado
que se atormenta con melancolías
de cristal.
Abre la puerta
bienvenido a mi amor
sonríe como si fueras a morir
si la mente se conserva fresca
podrás encontrar la manera...
Abre la nevera
la sangre que te ofrezco
es lo más próximo al corazón
deja el reloj en el perchero
el tiempo aquí
se detuvo en lagunas enjauladas.
Bienvenido a mi amor...
En el rellano
la palabra más bonita
dijo adiós en el siglo uno.
Lo siento,
es lo que queda:
Algo de sudor agrio
algo de pan empapado
óxido enquistado
calostro que no brotó
y un empedrado sexo mutilado.
Lo siento,
ya no es posible perder
atraviésame.
me vas dejando anonadado poco a poco bego, sin argumentos y sin comentarios para comentar algo que por sí sólo resulta evidente.
ResponderEliminarque buenos versos cargados de un contenido aún mejor.
abrazos
Buenos versos es poco, me encanta eso del "sexo mutilado", pero me acojona recordar cuando me he sentido así... espero no volver a sentirlo. Nunca.
ResponderEliminarBesos, Eva
Lo he leído varias veces... y no sé si será por la música que estoy escuchando..., pero tiene tanto ritmo que parece una canción...
ResponderEliminarUn beso.
me ha gustado mucho,y que final: Atraviésame. Muy bueno.
ResponderEliminarbesazo
"empedrado sexo mutilado". Buen poema Begoña (e interesante foto).
ResponderEliminarUn beso.
Ángel sin palabras??? halagador, pero no me lo creo, gracias.
ResponderEliminarBesín.
Eva, siempre tan cariñosa, y no tengas miedo tú puedes con todo.
Achuchón.
Alfaro, siempre hay una canción, puede que fuera la que en ese momento tenía que sonar...
Arrumacos.
Pepe, dejemos que nos atraviese lo que sea, luego ya repararemos los efectos.
Cariñitos.
Javier, mi chico, observador atento a mis palabras, millón de gracias.
Fuerte abrazo.
Precioso Bego, lleno de todo, me encanta, me dejas sin palabras.
ResponderEliminarUn abrazo