ESTARÉ DISPONIBLE, PARA DEJARTE CLAVADA EN LA TIERRA

No voy a decirte
lo que quieres oír
no te daré una palmadita
ahí, en medio
no te regalaré el oído
no consentiré que me duelas
por más que moquees mi desidia.
Los puñales invisibles
se resbalan
¡cuidado!
las pistolas cargadas
de buenas intenciones
también disparan.
No,
no te voy a contar mentiras.
Eres como tantas
eres mediocre.
Me aburres, con ese rollo
de sincera humildad
de domadora de palabras
de provocadora de parlamentos
que dormitan, sobre un diván
y asquean la circulación
por cansinos/repetidos,
por manidos.
No soplaré más velas de la concordia
no quiero ser condescendiente
no más hipócrita
no más compinche de lo divino y lo ajeno,
cómplice de lo terrenal.
No te tomaré más medidas
ni cuidaré de tus letras desabridas
desteñidas y perplejas.
Déjame en paz.
Si no te comprendo, mejor
si no te acompaño, mejor
si no te adulo y sujeto el bolso...
Estaré disponible
para dejarte clavada en la tierra.
Decirte sin tapujos, sin rubores
sin que me tiemble el aliento
y lo que te quiero...

Seré cruel,
pero aflojaré la ira.
Eres tan brillante como indolente
tan cretina como sabia
y me tienes que aguantar
y aunque te recoja deshecha
escucharás lo real
sin adornos
sin comensales
que cubran de elogios lo servido.

7 comentarios:

  1. ¡jODER, bEGOÑA! cOMO ME HA GUSTADO.
    BESAZO (CON DOS HIELOS)

    ResponderEliminar
  2. Este tú del poema ¿es la poesía?
    bueno, así lo he entendido y me ha gustado mucho.
    Besos.

    ResponderEliminar
  3. Interesantísimo, posiblemente por el "tú" que te comenta Alfaro. Soy Adolfo González, no me entra en blogger este caharro. Abrazos, que la última vez no te di ninguno.

    ResponderEliminar
  4. Pepe, un gran honor que te pases por mi casa y me alegro de que te guste lo que hago.

    Besos helados, que aquí hace un calorazo...


    Alfaro, no es exactamente esa la intención del tú, pero esta bien que cada uno lo haga suyo y lo interprete.

    Besos de limón y canela.

    Adlofo, gran abrazo, te digo lo mismo que a Alfaro, me encanta que el poema tenga su propia vida, su libertad cuando lo lanzo al espacio.

    ResponderEliminar
  5. Así, dejando volar el poema, veo al vampiro, a la encantadora de serpientes de mirada sibilina y aduladora presta a saltar y chupar y morder, pero es tan hermosa que uno no puede quitar los ojos de su mirada. Como uno con su máscara, algo así.

    Me ha encantado el te quiero entre tanto desapego.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  6. Isabel. Suponía que el te quiero no iba a pasar inadvertido, está con mucha intención. Gracias por comentar tan bonito.

    Besos de verano.

    ResponderEliminar
  7. hola begoña, me ha encantado esta poesía, llevo algún tiempo leyéndote y me gusta. he ido lento porque no soy un buen lector de poesía, pero voy aprendiendo
    un saludo
    peter

    ResponderEliminar

Regálame tus palabras...