Voraz te consumo
en el espacio simétricamente instalado.
Eres, el suministro inmediato.
Tentador, jugoso, apetecible.
Un envoltorio llamativo
resultado de píldoras de gimnasio
aderezos macrobióticos
y agua, de cuyo nombre no pienso acordarme...
lo que bebo de ti
lo trago sin sustantivo
y me dejo llevar
porque me río un rato
me dejo hacer porque
estás bueno, tierno y caliente.
Pero, no te equivoques.
Este cuerpo imperfecto
desea siempre cuerpos imperfectos,
aunque...
A veces devore la bollería fina.
Magnífico poema, me encanta como lo rematas.
ResponderEliminarPor mucha bollería fina que queramos comer siempre acabaremos comiendo pasteles imperfectos y eso a mí me parece una maravilla.
Un beso y gracias por tus comentarios.
Javier, parece que contigo siempre acierto, búscame un defectillo, pero no seas cruel.
ResponderEliminarBesote, y gracias.
Yo te sacaré un defectillo, no, no puedo, si sería cruel. Es broma me gusta todo lo que leo de tí. Soy Z.
ResponderEliminarHola, soy el que te dijo en un par de comentarios lo de "aquí te lanzo que...". Yo no voy a sacarte ningún defecto, come el bollo que quieras, el más fino, claro que sí.
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