ROTUNDA


Me dices que soy
una mujer rotunda
y pienso en lo que pienso
en la claridad con la que
creo lo que veo.
En lo que siento cuando me miras y no me mientes,
y cuando lo haces
y escondes entre mis pezones
la vergüenza que te da, ponerme tu camisa...
Y me dices rotunda
y creo que no sabes,
lo determinante que es,
la prisa que tengo porque me tragues
porque me bebas
porque apagues la hoguera
de una vez entre mis muslos
con tu lengua de;
pez /molusco, de molusco /erizo.
De salvaje inmortal...
Porque soy rotunda, contundente,
pero soy más que eso.
Soy la mujer
que hierve en tu cama,
que palpita en tu cerebro,
abigarrada, sobria y condescendiente.

4 comentarios:

  1. Hoy la fuerza además de en muchas otras cosas... ¿te has fijado en ese sonido -ND-
    cuando, contundente, rotunda, escondes,condescendeiente,...?
    es el poema de la N (femenina,por supuesto)trabada en lo salvaje de sí misma.

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  2. Gracias, Alfaro, por tu estimulante comentario. Las palabras desatadas, demoledoras y femeninas, por qué no.

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  3. Muy buen poema, Begoña.

    Utilizas las palabras como cuchillos, como plumas, para desgarrar, para acariciar.

    MUy bueno, de verdad

    Un saludo!!

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  4. Javier, siento que es mi deber como poeta ofrecerme, ser el vehículo en el que las palabras viajen sin temor a herir, aunque sean proyectiles que descarnen, cargados de verdad. Gracias y un abrazo.

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