EL AMOR, EL AMOR.
En una sala porno, jubilados jadeantes
Contemplaban, escépticos,
Los brincos mal filmados de parejas lascivas;
Sin ningún argumento.
He aquí, yo me decía, el rostro del amor,
El auténtico rostro.
Seductores, algunos; esos siempre seducen,
Los otros sobrenadan.
El destino no existe ni la fidelidad,
Mera atracción de cuerpos.
Sin apego ninguno, sin ninguna piedad,
Juegan y se desgarran.
Seductores algunos, por ende, codiciados,
Llegarán al orgasmo.
Hartos ya, tantos otros, no tienen ni siquiera
Deseos que ocultar;
Sólo una soledad que acentúa el impúdico
Goce de las mujeres;
Tan sólo una certeza: 'Eso no es para mí',
Pequeño drama obscuro.
Morirán es seguro algo desencantados,
Sin ilusiones líricas;
Practicarán a fondo el arte de despreciarse,
De modo bien mecánico.
A quienes nunca fueron amados me dirijo,
A quienes no gustaron;
A los ausentes todos del sexo liberado,
Del placer ordinario;
No temáis nada, amigos, mínima es vuestra pérdida:
No existe, no, el amor.
Es sólo un juego cruel cuyas víctimas sois;
Juego de especialistas.
Contemplaban, escépticos,
Los brincos mal filmados de parejas lascivas;
Sin ningún argumento.
He aquí, yo me decía, el rostro del amor,
El auténtico rostro.
Seductores, algunos; esos siempre seducen,
Los otros sobrenadan.
El destino no existe ni la fidelidad,
Mera atracción de cuerpos.
Sin apego ninguno, sin ninguna piedad,
Juegan y se desgarran.
Seductores algunos, por ende, codiciados,
Llegarán al orgasmo.
Hartos ya, tantos otros, no tienen ni siquiera
Deseos que ocultar;
Sólo una soledad que acentúa el impúdico
Goce de las mujeres;
Tan sólo una certeza: 'Eso no es para mí',
Pequeño drama obscuro.
Morirán es seguro algo desencantados,
Sin ilusiones líricas;
Practicarán a fondo el arte de despreciarse,
De modo bien mecánico.
A quienes nunca fueron amados me dirijo,
A quienes no gustaron;
A los ausentes todos del sexo liberado,
Del placer ordinario;
No temáis nada, amigos, mínima es vuestra pérdida:
No existe, no, el amor.
Es sólo un juego cruel cuyas víctimas sois;
Juego de especialistas.
Hace tiempo que no me acercaba a la obra de este autor, que como poeta me fascina, por su impactante voz, llena de crudeza, de un realismo desgarrado...
Javier Belinchón es el responsable de que me haya sumergido de nuevo en él. Desde mi humilde morada y sin cerraduras, muchas gracias, Javier.
Javier Belinchón es el responsable de que me haya sumergido de nuevo en él. Desde mi humilde morada y sin cerraduras, muchas gracias, Javier.
Uno de mis poemas favoritos de Houellebcq y un muy buen ejemplo para mostrar la poesía de este hombre; este poema condensa su desgarro, su desencanto, su lenguaje directo.
ResponderEliminarNo me des las gracias, Begoña. Déjame que te las dé yo a ti por seguirme día a día.
Un beso enorme.
Qué gusto da sentirse parte, como me siento yo en este momento. Sabiendo que conectamos y que mantenemos el pulso de una poética común, que nos dará las fuerzas para seguir en la lucha.
ResponderEliminarBesazos.
Uy, uy, que de aquí surge un romance. Si eso, me pido ser el padrino de la ceremonia. Je, je, je… En serio, que cojonudo el poema de este tipo. Esta noche mismo empiezo a leerme uno de sus libros.
ResponderEliminarUn besazo y siento mucho haberte fastidiado el desayuno. Je, je, je…
Besazo
pepe
Pepe, muchas gracias, je, je...
ResponderEliminarDel desayuno ya hablaremos, en serio, tu siempre me regalas las ganas de escribir, después del cafelito...
Bueno y de lo del romance, después de lo de Michel, me parece bien que todavía te quede romanticismo.
Ya veo que tiene fans este poeta, no lo conzco y así de repente...
ResponderEliminarBueno investigaré.
Un beso, Z.