Busco al ser que perdió la fuerza columpiándose
en el sentido matemático.
Busco al desconcierto que embriagó
al perdedor de los oficios,
al simulador de gaitas.
Sones del mar más profundo.
No me engañes más
hombre de las letras prohibidas
no frenes la lengua de los pájaros,
de los golfos podridos de la noche,
agitadores de lo humano
soñadores con brebajes diurnos.
Y si tu dios convulsa suavemente,
dile que se pase por aquí,
tengo preguntas sombrías que regalarle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Regálame tus palabras...