QUERIDAS PALABRAS, PERDONADME



Dictas palabras hambrientas
que no soy capaz de sujetar en el papel
se devoran impacientes.

Perpleja, escucho su atropellado crujido
y me sobrecoge saberme espectadora
y protagonista a la vez.

Necesitan una escritora no domadora
y a su manera gritan un nombre
que parece el mío.

Algunas sílabas  turbadas
han de mirarse en un espejo pequeño
y franco.

Soy hostil a las renuncias, a las conjeturas.

Tus palabras son dolientes
cabalgan desbocadas
pretenden huir de mí, devolviéndome
el eco de mi nombre.
Habré de darles tregua
o conquistar la desidia que me aprieta
la razón
el músculo que sujeta todavía la vergüenza
de haber perdido el rumbo.

Queridas palabras voraces
deteneos, esperadme
prometo recuperar la cordura
prometo reunirme con mi inspiración
no huyáis de mí.

Recuperaré la pasión
perdonadme.

Tiraré a la basura los remedios
la métrica, los laberínticos proverbios...

Dejaré que brotéis sin remisión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Regálame tus palabras...