Mi luna siempre es la misma
la que recoge mis sueños
y a veces me los devuelve sin romper
tengo los pies dormidos sin estrellas
la rutilante piel del que se ha ido
todavía desgasta madrugadas
en la almohada no despiertan sus cabellos
una lámpara remolona y un reloj tardío
la observan también
mi luna siempre es la misma
viva y sospechosa de hacerse dueña
de conquistar relámpagos
almas tórridas
gemidos estrepitósamente agónicos
estertores lánguidos
ojerosos mortales que permanecen
quietos,
mañana otra vez
levantarán la cabeza...
Cerciorarse
convencerse
tranquilizarse
permanecerme, serte.
Ahora.
La luna tiene un curioso influjo en nosotros,besos de luna llena.
ResponderEliminarQué buena Bego!
ResponderEliminarMe encanta!
Abrazote
Persona-Aurora
permanecer
ResponderEliminaren versos
como
tu luna
besos*
Querida Begoña:
ResponderEliminarMuy hermoso y nostálgico tu poema de la luna o del vacío en la almohada y estremecedor e impactante como un golpe a traición Ninguno vio. Me gusta mucho que seas tan guerrera como solidaria.
Un beso grande
Elvira
la luna siempre será un oráculo, una diosa, una compañera de desvelos, siempre hay certera y lejana.
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