Luisa Navarrete
…He quemado las naves.
Eso es lo bueno.
Lo malo
es que tengo una isla
para mí solo
y no tengo muy claro
qué hacer con ella…
Buen poeta José Luis, no te conocí, pero te celebro.
Un abraso enorme para ti Begoña desde acá te acompaño en tu tristeza. Te paso un viejo texto de Chuchu Martínez.
Sabias palabras que espero que a todas y a todos nos reconforten un poquito, os dejo con ellas...
A PARTIR DE UNA CONTRADICCION
I
Yo no puedo pensarme muerto sin pensar que estoy pensando
y en consecuencia que estoy siendo.
Luego, yo no puedo pensarme muerto.
Yo no puedo imaginarme el mundo sin mí sin que esté mi
mirada ahí, flotando, y en consecuencia yo, viendo el mundo en
donde yo no estoy.
Yo no puedo imaginarme muerto.
No puedo y sin embargo constantemente lo pienso y lo
imagino.
No puedo y sin embargo tampoco puedo dejar de hacerlo.
A la gran puta, hermano.
Es contradictorio, lo admito. Es absurdo, desde luego. Pero
esta contradicción y este absurdo son la médula misma de lo que
concientemente soy. Será todo lo que quiera, pero eso es todo lo
que soy:
Carne de angustia que la lógica repugna, sin buen sentido,
sin inteligencia...,
carne de angustia sólo, despedazada por los dientes de la lógica,
pero nunca digerida.
Este es el punto de partida. Este es el dedo de la llaga.
II
A partir de una contradicción, todo es demostrable. Esto se
puede demostrar.
Por eso es peor la mentira que el error. Cualquiera rectifica un
error. Pero donde hay una mentira, todo es mentira, incluso la
verdad.
A partir, en consecuencia de la proposición contradictoria
y lógicamente absurda. "Yo me voy a morir. Habrá un mundo sin
mí.
por una eternidad". Todo es demostrable.
Por ejemplo: Yo me voy a morir, en consecuencia 2+2=20,
o 22, o nada. Por ejemplo: Yo me voy a morir, en consecuencia mi
zapato izquierdo es Dios, el agua hierve, o se congela, a 20
grados, a 40, o a los grados que tu quieras.
Y así no puede haber ciencia. La ciencia no admite esa
Proposición en la que nos presentamos como criaturas mortales.
La ciencia no puede tener en cuenta el absurdo de la muerte.
Tiene que disimular. Tenemos que disimular, olvidar que somos mortales,
fingir que somos dioses. La ciencia de los hombres es una ciencia
de dioses. El hombre, en tanto que hombre, no puede tener.
ciencia. Debo posar, por lo menos de ángel.
Pero por otra parte ¿de qué valen todas las ciencias
juntas, si me voy a morir?.
III
Y no solamente la lógica, la moral igualmenbte justifica
cualquier conclusión a partir de esa premisa terrible. "Yo me voy a morir".
Por ejemplo: Yo me voy a morir, en consecuencia esta bien
que esta tarde me vaya al cine. O también: Yo me voy a morir en
consecuencia no está bien que esta tarde yo me vaya al cine.
En definitiva, porque te vas a morir, todo esta permitido y
eres libre.
IV
Pero atención, morir no es lo mismo que morirse.
Los animales mueren, sólo el hombre puede morirse,
esto es, rumiar su muerte, acto reflexivo,
lento, consciente, al borde siempre del abismo,
y acompañado de los grandes muertos que no hablan sin embargo.
En este sentido, sólo el hombre es mortal.
Y posiblemente ni el hombre, porque dicen
que a la hora de morir no se puede pensar en la muerte,
te la bloquea el mismo pensamiento,
te desconectan de la cultura de la muerte,
no puede morirse uno, sólo morir.
No es un don la muerte, no es gratuita.
Se muere el que puede, no el que quiere.
Es un premio, un diploma, un título,
morirse es una recompensa, un fruto,
cosa de vocación y no de nacimiento,
de oficio, de arte y de un aprendizaje
largo y doloroso.
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