Cara a la pared.
No muevas más la vida.
Deja de sonreír.
Los brazos pegados a las caderas.
Aprieta la frente contra el encerado.
Calla...
Ven, extiende la mano...
-¡Ay!
Siéntate.
Obedece.
Corrígete.
No abras las piernas.
No las cruces.
La espalda recta.
No comas chicle.
Recógete el pelo.
Estírate la falda.
Decoro, por favor...
Atusa el lazo
No pongas esa cara
No, ni esa tampoco.
Pareces un saco de patatas
no vales para nada...
Qué bueno es , Begoña, a veces añadían ¿por qué te ríes o de qué te
ResponderEliminarríes?
Después de una temporada en silencio pareces que vuelves con fuerzas superrenovadas.
Ay, ese "decoro"... en fin, lo has plasmado tal cual.
ResponderEliminarOtro beso.
Dios me has hecho retrotaerme a mi pasado escolar, no sabes que me decían todo eso, y me pegaban con una regla gorda y grande tan sólo por sentarme mal.. debí ser una indecorosa..precioso
ResponderEliminarHola: desde Argentina te felicito!! me encanto el texto¡cuantos "no" hemos escuchado a lo algo de nuestra vida...Besos. ELSIE
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