Hipócrita, como se definía por ser actor, tierno y delicioso, profesional y enamorado de su profesión a la que se entregó a sabiendas de que su pasión de ser actor dramático, debía ser relegada, pues su vis cómica prevalecía. Se entregó como pocos, generoso, ofreciendo su saber y su estar, y no se guardaba nada. Su inteligencia nata para la interpretación le hizo protagonista siempre, a pesar de ser considerado casi un eterno secundario.
Recuerdo que su voz me llamó la atención desde la primera vez que tuve la oportunidad de escucharlo y luego en cada una de las películas me fijaba en él, en como convertía su personaje en imprescindible... Esos papeles que arman el argumento y son la base para entender cualquier trama.
Gracias Manolo donde quiera que estés se feliz.
Os dejo con unas imágenes rescatadas de la red:
En uno de sus últimos personajes, magnífico para televisión.
En "Elsa y Fred", ternura y sensated a flor de piel.
Con dos gigantes con los que se reunirá seguro, para seguir disfrutando. Aquí posan en el rodaje de "Los ladrones van a la oficina".
En un ensayo de "Y tú quién eres" con Antonio Mercero.
Acompañado por Álvaro de Luna, lamentablemente en una despedida.
Sobervio como el resto de actores en "Plácido"
Tienes razón, un tipo encantador.
ResponderEliminarMe alegra que lo hayas colgado.
Un fuerte abrazo
Qué detalle que nos hayas obsequiado con un homenaje a este señor de la escena.
ResponderEliminarMuchas gracias, Begoña!