Quería refugiarme
las miradas se apoyaban
como por casualidad
en la parte de mi cuerpo más perfecta
no vengas a darme agua
no aterrices en mi desolación
tengo viento en la mirada
de ayer
y caricias
precipitándose en mi dolor.
Un poco de cobijo
un abrigo otoñal
un sorbo de pensamiento
aunque sea el que se te pudrió el martes.
No me tires hoy de la mudanza
ni del pelo
mis sienes florecen manzanilla
por mis pezones se escurre
ácido sulfúrico
no podré amamantar
a ningún sin postre.
Mis flores se llaman podredumbre, ya lo sabes, Bego.
ResponderEliminarUn algo surrealista y un mucho ácido.
ResponderEliminarabrazos.
Uppss... desprende desolación, dolor, y melancolia..Me gusta especialmente la frase "la mirada de ayer, y caricias precipitándose en mi dolor"... :)
ResponderEliminarlas miradas siembre se apoyan en la parte más perfecta de nuestro cuerpo, pero es amor cuando por fin caen en la parte más imperfecta. Y claro, no me tires hoy de la mudanza... y todas esas cosas bonitas que tu dices: què linda pena.Beso
ResponderEliminarSacudirse el tiempo, y a veces hasta algunos sentimientos, deletrearse en unos versos... ay, duele esta desolación.
ResponderEliminarBesazo.
La hermosura a veces puede tener desolación
ResponderEliminarMuy corrosivo, querida Begoña.
ResponderEliminar¡uf!...
Pero me gusta cómo escribes.
Besitos
Es raro y atractivo !!!
ResponderEliminarMuy bueno ,diferente.Bravo desde Argentina.
a ningún sin postre.... uf, muy bueno ese final
ResponderEliminarMuchísimas gracias a todo@s por pararos a leer mis letra y dejar vuestros pensamientos, de los que me alimento.
ResponderEliminarLiliana, bienvenida es un honor que me dediques tu tiempo.
Besitos a tupiplén.