ANTE LA LUNA

Cuando te acerques despacio
no olvides esperar tu turno.

Has conquistado un territorio
y orgulloso me contemplas a distancia,
pero a mí
no me impresionan los trajes de marca
ni los ademanes falsamente refinados
ni lo que pretendes ocultar
debajo del sombrero.

Aborrezco a los que se venden
a los que oportunos dicen y hacen
y se ofertan.
A mí,
nadie mejor que tú lo sabe
me gustan los hombres con garbo
que no temen la derrota
que perdonan y piden perdón
que lloran ante la luna
si en la madrugada les sorprende
el desamor...

Esta noche
vacíate de ése que conozco bien
y bailemos.

7 comentarios:

  1. Es bueno el experimento, buen registro.
    besos.

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  2. Al Demonio del Bien las mujeres qué más le acaban gustando son aquellas a las que él gusta. Y no está enamorado de sí mismo, pues ni siquiera se cree del todo su existencia. ¿No le pasan estas cosas a nadie más? Yo creo que sí, que a todos nos pasa más o menos lo mismo, pero lo expresamos de manera diferente. Bailar, El Demonio del Bien baila lo que sea, y sin saber bailar, porque -la verdad sea dicha- lleva el ritmo en el cuerpo. ¿No te pasa a ti también?

    El Demonio del Bien.

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  3. ¿Qué decirte después de leerte, amiga?
    Pasión hecha poesía.
    Muuuuuuuua

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  4. Querid@s, muchas gracias por vuestros alientos, y bienvenid@s a los que por primera vez me regalan sus palabras.
    Os abrazo.

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