RAMITA DE ROMERO, BUENO, PARA EL CALDO

No quiero ver mi futuro
aparta de mí esa bola
me ofreces el mañana
el día que me espera
las idas y venidas
salud, dinero, amor.
No quiero saberlo
muchas gracias,
ni que me mires el iris
me irritas la ira
ni que me leas la mano
ni me eches las cartas.
Y los posos del café,
deja, que se los echo a la hortensia...
Las ramitas de romero, bueno,
para el caldo.
No, gracias
que la buenaventura
no me interesa
que lo que yo quiero
es una aventura,
pero de las buenas.
Que lo que sea, será
y lo que venga...
-Ande, que le miro el amor
-que no,
si me han de querer, me querrán
y sino, me quiero yo.
Soy dueña de mi presente
de la mañana de hoy
de mi cuerpo de hoy
de mis pensamientos
con dudas, con temores.
Son míos.
Son ahora.
No deseo conocer el porvenir
que vendrá como hasta hoy
sin permiso
sin consejo
sin conejo en la chistera
sin pitonisas, adivinos
videntes de bultos
ni brujas de camilla.

¿Y si te echan mal de ojo?
Pues, no me doy por aludida
y punto.

4 comentarios:

  1. Begoña,
    te han ofrecido una ramita de romero para la suerte...jaja... yo siempre digo que ya tengo muchísimo romero...
    Pero qué razón tienes, vivir el futuro de antemano...
    Un abrazo.

    (ah, me encanta estas fotografías que has puesto en el muro de la derecha)

    ResponderEliminar
  2. Veo que los dos andamos apartándonos futuros y buscando aventuras...

    Besazos

    ResponderEliminar
  3. alfaro, que te admiro y respeto mucho y que vengas a mi casa y dejes tus palabras siempre tan cariñosas, me dan un empujoncito que te agradezco, no sabes cuánto.

    Besazos.

    ResponderEliminar
  4. Javier, querido, buscar y no parar de moverse, lo que pasa es que siempre hay que despejar el camino y es tan cansado...

    Achuchón fuerte.

    ResponderEliminar

Regálame tus palabras...