YO ESTABA ALLÍ...

Sí, estuve y lo disfruté mucho, con mi niña, que la pobre aguantó como una jabata, porque, me equivoqué de hora, pues era a las ocho y cuarto y nosotras fuimos a las siete y media. Cuando llegamos, como estábamos en casa, nos fuimos a la sala infantil y nos pusimos cada una con un libro, después fuimos a ver una exposición fascinate, sobre cuentos desplegables desde el sigo XVIII hasta la actualidad, que es una pasada y estuvimos admirándonos de tantas joyas en papel.

Ángel, llegó con un poco de retraso y al principio, que si las presentaciones, un poco de pelote0, que si el premio, ya sabéis... Aunque no se hizo muy pesado, yo estaba un poco preocupada, por el despiste horario, por mi niña, la cena, el cole... Pero ella nada, deseando escuchar a Ángel...
Desde que apareció en la sala, iluminó con su sonrisa, es un tipo muy simpático, un seductor... Y cuando comenzó con la lectura, se metió a los presentes en el bolsillo. Éramos pocos, pero no pareció importarle en absoluto. A pesar de haberme leído el libro, me supo a poco todo lo que nos entregó, contando continuamente anécdotas sobre el nacimiento de uno u otro poema, muy ameno y dicharachero.

Al finalizar, como teníamos pis, nos fuimos al baño, con prisa y comprendiendo que era tarde, me resignaba a marcharme sin hablar con él... Pero, cual sería mi sorpresa, que camino al baño, me doy cuenta de que está detrás de nosotras, al darme la vuelta, se produjo en encuentro. Majísimo, encantador nos dio unos efusivos besos y enseguida cuando le comenté de los blogs, me dijo que sabía de mí... Alucinada me hallo todavía.

Ah! se me olvidaba la anécdota más inesperada... Nos cantó una canción, fue de risa, un espontáneo se lo pidió, aprovechando un comentario de Ángel, que al principio sorprendido, como todos los presentes, disimuló como pudo, pero luego muy amable, sacó la armónica, cogió tono, y a cantar.... ¡Eso es un artista!

Lamento mucho haberme ido, cuando la noche se presentaba con tan buena pinta, pero yo ya tenía mi recompensa y además me sentí tan orgullosa de mi hija, de cómo se comportó, de la atención que prestaba, de su saber estar... Era la única niña. Y sobre todo, por el respeto que tiene por lo que sabe que es importante para mí.
Al final, como cada día, me dio una lección.

6 comentarios:

  1. Tesoro, mil gracias por compartirlo con nosotros, he visto varias veces, la portada del libro de Angel Petisme, pero lo cierto es que no he leido nada suyo, ahora solo con tu efusividad, me molestaré en buscarlo y leerle. Me alegro, y mas por compartir cosas tan bonitas con tu hija, te aseguro que serán recuerdos inolvidables para ella.... Ojalá los tuviero yo de mi madre!!, Besos

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  2. ¡¡¡¡Que bonito!!!! casi se me cae la baba. En serio, muy bonito.
    un besazo para ti y tu hija.

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  3. OH, aún no he podido cerrar la boca, qué bien contado,
    gracias porque es casi como si lo hubiera visto, y lo he visto a través de tu mirada, no de tus ojos (que también)
    lo has recogido perfectamente,
    y ya me gustaría ver esa exposición de cuentos.
    Un abrazo para ambas.

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  4. Eva, Ángel tiene trece libros y trece discos publicados, ¡alucina!, no te será difícil encontrar sus obras...
    Yo tampoco tengo vivencias como estás con mi madre, pero ahora nosotras tenemos la oportunidad y eso es lo que importa.

    Un besazo.


    Pepe querido, eres un encanto y sí fue bonito, de esas experiencias para guardar.

    Fuerte achuchón.


    Alfaro, me dejo llevar a la hora de contar, los sentimientos y las sensaciones son lo primero...
    La exposición es itinerante, creo. Intentaré enterarme de más, dentro de un rato vamos a la actividad de cuenta cuentos y lo pregunto.

    Besazos.

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  5. Jose, tú aprender de mí, por favor... Sólo cuento lo que viví.

    Cariñitos.

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