Aquí se ve a Claudio, es fácil distinguirle, sus manos son algo que representa muy bien su carácter, la manera con la que trata de ocultarse del mundo es una anécdota para un valiente. Qué gran poeta, qué gran hombre.
Cuando se es capaz como él de crear un complejo universo, cultivando siempre la sencillez, buscando la trascendencia del hombre en las pequeñas cosas, estamos hablando de una persona inmensa, generosa, con un oído atento y una mirada clara, transparente.
Si os asomaís a su poesía, os cautivará. Siempre la ventana abierta, la puerta abierta...
Hasta pronto.

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