Nadie más habitará la que fui



Inesperadamente una que fui no está
llamé por la casa muerta con la voz sombría

Grité sin asustar a la corriente
articulé las palabras hábiles que encontré deshabitadas
sonrisas fingidas a bocajarro
inocularon el nombre sin dolor
con abortos de soledades abrazándote.

Y era sábado
día elegido sin retorno

frente la quietud
el desalojo de mí
la orden manifestándose en las miradas.
Tú ya no eres tú
pero persistirá la memoria intacta
y los gestos repetidos sin atención
la vida derramada
y los días imperfectos.

Nadie más habitará la que fui .

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